Por lejos ha sido la más bella experiencia de conexión con la naturaleza y mi propia existencia, una meditación con los ojos abiertos. Nunca había remado y fue un desafío que me motivó a ver que uno es capaz de todo. A diario recuerdo mi vivencia en el río junto a mi hermana y Tomás como nuestro mejor lazarillo. Lo repetiría todos los días